A pesar de que no ser su mejor momento, enfrentado a la tendencia saludable, el icono de McDonald’s celebra sus primeras cuatro décadas en el mercado
El Big Mac fue inventado en 1967 por Jim Delligatti, dueño de una de las franquicias de McDonald’s, ubicada en la localidad de Pittsburgh. Desde su creación, la famosa hamburguesa fue abrazada por la marca y se convirtió en su icono, llegando a más de 100 países.
La hamburguesa ya ha sobrepasado los límites del restaurante y se ha convertido en un símbolo de la cultura masiva. Ahora tiene su propio museo en EEUU y genera millones de dólares en ventas diariamente.
Según sus propios datos, McDonald’s vende aproximadamente 550 millones de Big Mac por año, sólo en EEUU. Logrando la venta de una hamburguesa cada 17 segundos.
Sin emabrgo, y a pesar de sus saludables 40 años de vida, el Big Mac no se encuentra en su mejor momento. La tendencia a la alimentación nutritiva ha puesto en jaque su vigencia. Según comenta BrandRepublic, uno de los detractores más duros provino del film “Super Size Me”, donde Morgan Spurlock se alimentaba durante cuarenta días consecutivos con menúes de McDonald’s.
La cadena de comidas también recibió ataques del largometraje “Fast Food Nation”, una historia basada en el texto de Eric Schlosser, donde se critica el impacto de las comidas rápidas en el medio ambiente, los derechos de los trabajadores y en la salud mental.
Más allá de estos traspiés, el Big Mac sigue teniendo impactos en la economía a nivel global. La publicación The Economist ha creado un índice de medición de desarrollo económico en base al precio de esta hamburguesa. Este índice financiero se ha posicionado entre uno de los más confiables, gracias a su ubicuidad en los mayores mercados del mundo.
lunes, 27 de agosto de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario